miércoles, 31 de julio de 2013

la violencia

 no violencia

 Es mucho más que una práctica, táctica, estrategia, forma de actuar. Lano violencia es una ideología política que consiste en no recurrir a la violencia, ya sea como método de protesta o como respuesta a la misma violencia. Se trata de una opción alternativa que pretende "humanizar" a la humanidad, esto es, una apuesta por el poder de la vida. Hay personas que no usan la violencia, ya sea porque les resulta física o psíquica mente difícil o imposible, o porque sus creencias religiosas, morales o éticas se lo impiden; sin embargo, la no violencia es mucho más que no ser violentos, es buscar alternativas para reducir el sufrimiento y el daño entre los seres vivientes.
La negativa al uso de la violencia no implica necesaria mente cambiar la ideología política. De hecho, muchas personas no practican personal mente la violencia, pero apoyan opciones políticas o morales que la promueven o no la excluyen. Por ejemplo, el caso de un gran genocida como Pol Pot, quien afirmó ante un periodista no ser un hombre violento. En este sentido podría decirse que una persona es o no violenta en mayor o menor grado; pero no sólo en sus acciones, sino también en la forma de apoyar y consentir la violencia.
Precisamente del análisis de estas limitaciones de la no violencia personal, surgió la moderna noviolencia, escrita así, como una sola palabra[cita requerida], precisamente porque no es solo la renuncia al uso personal de la violencia, sino una ideología que representa toda una propuesta en positivo para entender los conflictos como momento de la transformación social. Desde una perspectiva noviolenta, los avances históricos de la Humanidad vendrían de su capacidad de evolucionar cooperativamente, dejando de reconocer a la violencia y la exclusión como "intrínsecos al ser humano", y en cambio entenderlas como tendencias promovidas por actores históricos con intereses determinados que ayudan a crear superestructuras como el complejo militar-industrial, que en un círculo vicioso empujan la misma violencia de la que se alimentan. En este sentido, el quid de la cuestión de la noviolencia es la negativa a la organización para la violencia: contra la creencia convencional, no se pone el acento en la condena a la reacción personal violenta, sino en la preparación para la violencia. El problema de la violencia política sería la organización para la violencia: la creación de ejércitos u organizaciones armadas que absorben tiempo y recursos humanos, cognitivos, reflexivos, políticos, científicos, materiales (que bastarían sobradamente para resolver todas las carencias cuya disputa originó el recurso a la violencia) con consecuencias catastróficas.
La noviolencia también tiene relación con la apariencia, se opone a imponer la ideología y en cambio propone ganarse su lugar. Muchos movimientos llevan consigo el actuar con violencia, mientras que otros lo rechazan.

Mecanismos usados por la noviolencia[editar]

  • La potencia de los mecanismos tanto voluntarios como condicionados de cohesión social; cómo es toda la sociedad la que da su consentimiento a una realidad social justa o injusta, y cómo por lo tanto su mantenimiento o transformación dependen en gran medida de la interiorización del sistema de valores dominante por la ciudadanía. Esto, a la vez que cuestiona los supuestos básicos de la necesidad de los Cuerpos Armados, ofrece a la gente un poder de actuación que convencionalmente le es negado.
  • La construcción de la figura del enemigo. La noviolencia propugna la distinción entre la persona (poseedora de derechos inalienables) y el personaje (el rol o función social carente de intocabilidad). A la vez que defiende la dignidad de todas las personas en conflicto, defiende el derecho a transgredir las relaciones de subordinación impuestas.
  • La importancia de la inclusión. A partir del rechazo de las jerarquías militarizantes, analiza los mecanismos por los que los individuos son excluidos de la toma de decisiones. Revisa constantemente la legitimidad del ámbito de decisión y cuestiona las consecuencias para el grupo de la exclusión de sus miembros incluso mediante decisiones mayoritarias; replantea el concepto de democracia como una necesidad más compleja que la dinámica de las votaciones.
  • La legitimidad frente a la legalidad. Incluso en regímenes conocidos como democracias formales, la noviolencia defiende el derecho a la disidencia. La prueba de la legitimidad no se basa únicamente en que la finalidad de la propia actuación no es solo el beneficio propio, sino en el carácter noviolento del acto y la asunción de las consecuencias(de la persecución legal o económica al menoscabo de la propia integridad).
La noviolencia no consiste en la pasividad ante los problemas, sino que consiste en enfrentarse constantemente a ellos mediante métodos noviolentos. Se puede considerar que han existido procesos de transformación social no violenta desde el inicio de la humanidad: cabe señalar muy especialmente las huelgas, aunque también se incluyen formas de actuación política (incluido el voto o la abstención) sin violencia. Por el contrario, la invención de los ejércitos (la preparación para la violencia jerarquizada separada de la sociedad) es muy posterior. Sin embargo, las formas de noviolencia que se reconocen a sí mismas como tales —en nuestro moderno contexto de violencia organizada— afloran, por lo que se refiere a la cultura occidental, a partir del siglo XIX.